0 visitas
Nunca se ha casado y siempre ha tenido fama de mujeriego, algo de lo que sus jóvenes vecinas deciden aprovecharse. Y es que las dos chavalas son muy golfas y hoy, aparecieron por su casa con ganas de probar esa polla experimentada. El tipo no pudo negarse ante semejantes mujeres y al final, los tres acabaron en la cama en pelotas y gozando del sexo por turnos.