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Tras invitar a su amigo a casa para estudiar, esta colegiala japonesa lo que menos hizo fue tocar sus apuntes. En lugar de eso, se pasó la tarde seduciendo al chaval y pronto consiguió ponerle cachondo, algo que aprovechó para chupársela hasta dejarlo listo para su coño. Y es que acabó sin bragas y gozando del ímpetu del chico, que no paró de darle duro a esa joven oriental, hasta terminar corriéndose en su boca.