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Siempre que quedo con una de mis mejores amigas, le dejo caer la idea de experimentar el sexo lésbico juntas, aunque ella siempre se lo toma a broma. Pero lo que pasó entre las dos una tarde fue totalmente en serio y parece que al fin ella quiso probarlo. Acabamos besándonos y metiéndonos mano, hasta quitarnos la ropa y restregar nuestros coños en la cama. Fue una gozada y nos fuimos turnando para masturbarnos y dejar nuestros chochitos mojados.